Esa madrugada de sábado fue especialmente calurosa. El reloj marcaba aproximadamente las 13:22 horas y el sol, por alguna razón que sigo sin explicarme a cabalidad, estaba en pleno. La temperatura era realmente elevada y como suele suceder en las madrugadas de fin de semana, amanecimos con sed. No había nada que tomar en el refri y el café no era una opción a tantos grados en el ambiente.
Me dirigí al Oxxo a comprar alguna bebida refrescante que aliviara, al menos momentaneamente, el bochorno que nos acorralaba. Caminé las dos cuadras que separaban al oasis de mi casa. Una caguama y dos six ayudarían en algo; también compré cigarros y burritos, pues no pasa inadvertido que el desayuno es el alimento más importante del día.
No sospechaba que algo tan rutinario me hiciera descubrir una de las actividades que más me gusta llevar a cabo los fines de semana. Caminé la primera cuadra de regreso a casa quejandome del calor. A la mitad de la segunda cuadra me encontré exhausta de cargar, así que bajé las bolsas para descansar los brazos. Me encontré frente al grupo de Alcoholicos Anónimos local. Primero pensé que eso podría ser una señal, que algo que no sé que fuera, me quisiese decir no se qué demonios. Entonces ví las cosas con claridad, porque en lo que hacía una conscienzuda introspección al respecto, por un momento bajé la mirada, ví cómo la bolsa se pegaba al vidrio sudado de la caguama. Supe entonces qué debía hacer: saqué una cerveza, volteé a mirar a través de la ventana el salón en que los Borrachos en rehab convivía, destapé la botella y le dí un generoso trago a la chela. Después seguí mi camino sabiendo que alguien me habría visto, y que con taaanto calor, hubiese querido estar en mi lugar. Esto también me hizo saber que soy algo empática: no me atreví a voltear a verlos mientras bebía, me hubiera sentido algo mal. Después de todo, no soy tan culera como pudiera creerse, aunque esto pueda ser sólo un error de apreciación.
He pensado en disminuir mi consumo de chelas y en su lugar tomar whisky porque es más bajo en calorías. Ya me han hecho notar que seré el Ave Fénix de la cerveza: seguramente regresaré bebiendo más y mejor chela. Por ahora, me haré acompañar de mi amigo Jack Daniels al Oxxo y seguiremos haciendo una parada frente al grupo de Alcoholicos Anónimos. Lo que uno es capaz de hacer por la figura!
*Título generosamente aportado por la Caperuza.
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Hace 3 meses
3 comentarios:
Esta viva!!!! (lease al estilo de Rafiki en el Rey León cuando le llega el olor a Simba) jojo!!!
Deberíamos volantear en AA el open de Boca del Lobo con una frase tipo 'ya déjense de pendejadas' jua jua
alguien debió haber inmortalizado ese momento con una foto!
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