lunes, agosto 04, 2008

de karmas, amores y amigos.

A ellos tengo ya de conocerlos casi 7 años. En realidad, eran los amigos de un ex novio. Sé que hicieron migas conmigo lo más posible, en gran parte, porque la ex de mi novio nunca fue de su agrado (ni ellos del de ella). Supongo que creyeron que estrechar vínculos minimizaría potenciales riesgos de regresar a esa relación.

Como hicimos buen equipo, pasaba mucho tiempo con ellos. Generalmente los viernes se armaba la reunioncita después del trabajo en casa de alguno, se abrían las botellas y se podía pasar todo el tiempo del mundo entre videojuegos, karaoke, o simple y sencillamente, música y plática. Los sábados solíamos agarrar un plan para andar por la ciudad o salir de ella en la mañana y volver ya entrada la noche. Los domingos eran de carne asada y hamburguesas, casi siempre acompañados por una película mientras todos nos echábamos en donde hubiese acomodo y vegetábamos por el resto de la tarde. Tampoco sobra decir que Profanita solía ser la única novia de la bandita invitada a las borracheras de sólo niños (incluido mi entonces wey) y que, casi siempre era la única niña entre todos ellos, salvo evento al que el grupo acordaba que cada integrante fuese acompañado por su novia.

Así fue casi cuatro años, hasta que un día lo inevitable pasó. Decidí cortar con mi novio, pues ya no estábamos bien. La ruptura no fue en los mejores términos, por lo que no quise saber de él nuevamente en un buen rato. Aunque sus amigos me seguían cayendo bien, pues fueron totalmente ajenos a los pleitos entre él y yo, preferí también dejar de verlos. En realidad me agradaban, pero sabía que la proximidad con ellos implicaba, a su vez, no poner tierra de por medio con mi ahora ex.

Dos años después me encontré a uno de ellos. Me invitó a comer un día. Aunque no del todo convencida, acepté la invitación la cual quedó arreglada con fecha, lugar y hora en ese momento. Para mi sorpresa, llegó toda la bandita uno a uno (claro, sin mi ex). Creo que todos estábamos contentos de vernos. Al final de cuentas, cuatro años conviviendo religiosamente con la misma persona crea memorias, anécdotas y afectos. Me la pasé increíble esa tarde.

Como de educados suele ser, cuando estábamos por terminar la velada, la sugerencia de vernos de nuevo no se hizo esperar. En realidad tenía ganas de convivir con la banda nuevamente. Así que, corriendo el riesgo de que se ofendieran o lo tomaran a mal, fui muy honesta: Aceptaría gustosa verlos nuevamente, siempre que ello no incluyera encuentro alguno con mi ex. Para sorpresa mía, entendieron la situación y aceptaron mis términos.

Desde ese día, nos vemos con bastante frecuencia. Una vez a la semana, al menos. No han intentado llevar a mi ex, e incluso, alguna vez que cayó por casualidad al lugar de reunión, tuvieron la amabilidad de avisarme antes que yo llegara, que él se encontraba ahí; por lo que les dijera dónde iba a estar, y ellos, después de aplicar el “ya nos íbamos”, se reunirían conmigo. Así fue. Prefirieron “abrir” al amigo y pasar el resto de la tarde conmigo.

Debo admitir que la situación me tiene contenta. Después de algunos días, tuve una epifanía. Creo que tengo un karma que no había detectado: en mis relaciones amorosas, quien suele quererme más, no es mi novio/free/pareja, sino sus amigos (y en ocasiones, hasta su familia). Pasó con este ex y sus amigos. Desde luego, como todos ya sabrán, también pasó con D, quien terminó considerándome su "amiga" y cuyos amigos ahora son míos también.

Nunca he sido una niña posesiva, de pose, arrogante, caprichosa, aprehensiva o “panchera” con mis parejas. Todo lo contrario, intento siempre tener los menores problemas posibles, trato de llevarme bien con la gente que rodea a mis novios y suelo ser lo más light (o lo menos intensa) posible. Claro, que hasta ahora me doy cuenta que eso, a la larga, no trae muy buenos resultados con los ligues. Pasa una de dos: o terminas siendo la mejor amiga de los niños con los que sales (mereciendo ahora tú el lugar de pretensa) o bien, terminas convirtiéndote la mejor amiga de los amigos de tu amorcito (en este caso, tu novio siempre terminará siendo tu ex).

Me pregunto qué es mejor: Ser la nena linda, buena onda, comprensiva y cero pedos destinada a ser la mejor amiga; ó ser la nena arpía, maníaca posesiva, psicópata a las que a pesar del eterno odio de sus amigos, siempre gana la eterna devoción del novio? (he ahí el dilema, dirían por ahí).

No podría asegurar que ser el segundo cliché hubiese podido garantizar un amor que a la fecha durara. Tampoco podría afirmar lo contrario. También he aprendido por experiencia que una vez que tu ligue te llama "amiga", todo ha valido madres y no habrá vuelta atrás; jamás volverás a ser la niña con la que quisiera "andar". Lo que hoy puedo decir con gusto, es que ser como he sido, me ha traído buenos nuevos y viejos amigos. No está mal.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmmm, quizá hay algo peor: que innevitablemente, las mamás de la novia acaben por quererte más que sus perturbadas hijas..., chale.

Fer V dijo...

Bueno, lo que describes no es karma es carisma, pero igual dá, que no viene ese a ser el punto importante aquí.

Sin duda, como lo comentas, el caer en la zona de amigos es de lo peor que le puede pasar a tu relación, aunque no estoy convencido que sea un viaje sin regreso. El regreso de la infame zona de amigos si no imposible si es un camino difícil y, a todo esto, uno que no siempre quieres recorrer.

Y es seguro que conseguir nuevos amigos es algo de lo que nadie se puede quejar, sin embargo, pudiera ser que, en algún momento, el costo que estas pagando angún día te llegue a resultar excesivo.

Quizá lo que suucede es que haces sentir a tu galán tan cómodo cuando estan con sus amigos, que no hace nada por tener más tiempo contigo. Diría yo que la solución está en la moderación; no hace falta que tornes la situación con sus amigos incómoda, de ninguna manera, pero si es necesario que busquen tiempo para estar en pareja, sin los amigos, aún cuando esto signifique sacrificar tiempo con los amigos de cuando en cuando. Lo que puede ser complicado cuando quien empieza a estar demasiado cómoda eres tu ¿cierto?




¡Sonrie!

Jana dijo...

Por experiencia propia te puedo decir que las arpias, terroristas,saikos, etc son las que se quedan los novios ó las ex novias de las buena onda.
Pero pues ni modo que le puede hacer uno creo que no durariamos ni 2 dìas en esas poses de novias locas.

Que chido que volviste a ver a tus amigos, esos si valen la pena jeje!!..

Cynthia Ramírez dijo...

Peor es que la novia de algun exnovio te llame cada tanto para pedirte consejos sobre cómo tratar al novio y a la familia del novio!

Defeña Salerosa dijo...

Hijos de la mala vida, eso es lo que son.

Me han pasado cosas parecidas (en circunstancia). No me gusta ser arp+ia, de verdad no se me da. Qué hueva no?, y me he dado cuenta que no me importa ya ser quien se gana la eterna dvovión de un novio al que le gusta ser dominado y pancheado. Croe que al final no quiero un hombre así, el problema es que es más difícil de encontrar...

Saludos!

Rogelio Segovia dijo...

ahh!! que dificil conocer la receta de las relaciones.

Pero no lo es...se tu misma