Hoy estoy muy emocionada. ¿la razón? Bueno, ayer asistí a la inauguración de la exposición "Isis y la serpiente emplumada", muy esperada por mí, desde que anunciaron su inclusión dentro de los eventos del Fórum Universal de las Culturas llevado a cabo en Neoleonesas tierras el año pasado, y su posible paso por el Museo Nacional de Antropología e Historia, en esta ciudad.
Pues bien, ayer estuvieron en el evento desde el mismísimo Presidente de los EUM, acompañado, desde luego de su esposa, la Secretaria de Educación, el Director de CONACULTA y el del INAH, pasando por Abraham Zabludovsky y hasta Roberto Sosa.
Sin embargo, me estoy desviando, este post no es para hacer comentarios sobre las impresiones del gusto de vestimenta o comportamiento de los asistentes al evento, como si se tratara de revista "del corazón" o la página de sociales o cultura de un periódico.
En realidad, sólo quiero realmente invitarlos, a quienes estén interesados, a darse una vuelta por la exposición. Vale totalmente la pena. Primero, porque trae mucho más piezas que la que vino hace unos años "Faraón y el culto al Dios Sol", de hecho, es una exposición bastante amplia. Segundo, porque abarca bastantes más periódos que la exposición que me sirvió de punto de comparación, pues se incluyen piezas del Egipto muy tardío y ya influenciado por el pensamiento y estética griega. Tercero, porque la museografía es remarcable, y es tangible el esfuerzo que se ha puesto en el montaje de la exposición (y también que se ha invertido sufiente capital privado en ella). Cuarto, simplemente porque para los amantes de la cultura egipcia, esto es una manía y un verdadero deleite.
Ahora, bien he de advertirles, existen algunos inconvenientes. Entre ellos, aunque se han creado mecanismos para evitar al máximo excesivas multitudes en las salas (porque según esto los boletos se pueden comprar por Ticketmaster y tendrán cierto horario, fuera del cual perderán su vigencia), seguramente los apretones (tipo metro indios verdes a las 8:00 A.M.) no harán falta, por lo que seguramente, los estarán persiguiendo para que den el recorrido lo más rápido posible.
Otro inconveniente, que particularmente ayer me causó enfado y tristeza, es el de la falta de lo que yo llamo "cultura del Museo". Supuestamente, ayer tuvo el acceso a esta exposición gente que contaba con invitación y que de alguna u otra forma, se encuentra involucrada en aspectos culturales. Para mi desafortunada sorpresa, poco se respeta la intención museográfica. La gente no da espacio para que todos podamos apreciar las piezas, entran y recorren las salas en franco desorden, se atraviesan por enfrente de los que estamos disfrutando de alguna vitrina (valiéndoles 3 chingadas que nos estorben), o peor aún, se ponen justo en frente de todo el mundo junto a la pieza para que le saquen una foto (y con flash, para acabar bien el número), en fin.
Ah, también descubrí que el mexicano promedio sabe descifrar geroglíficos egipcios!!!! Siiii, no es broma! De otra forma, por qué chingados habrían de pegarse a las vitrinas (incluso recargando sus dulces frentes en los vidrios, para mayor comodidad, obvio) para ver los geroglíficos??? Evidentemente, no me viene a la mente respuesta mas contundente que porque seguramente saben descifrarlos y pueden leer la oración que se detalla en las piezas noooo (inserte aquí la voz y tono más sarcásticos que hubiesen conocido en todas sus vidas). Eso si fue una tristeza.
Aún así, verdaderamente la recomiendo. La exposición está magnífica. Ya de paso, no sean envidiosos y mucho me gustaría pasaran por estos lares a dejar un comentario al respecto una vez que se hayan dado su vuelta por el museo.
Tip: traten de ir entre semana, generalmente hay menos gente. Yo así fui a ver la de "Faraón", al menos tres veces!
Pues bien, ayer estuvieron en el evento desde el mismísimo Presidente de los EUM, acompañado, desde luego de su esposa, la Secretaria de Educación, el Director de CONACULTA y el del INAH, pasando por Abraham Zabludovsky y hasta Roberto Sosa.
Sin embargo, me estoy desviando, este post no es para hacer comentarios sobre las impresiones del gusto de vestimenta o comportamiento de los asistentes al evento, como si se tratara de revista "del corazón" o la página de sociales o cultura de un periódico.
En realidad, sólo quiero realmente invitarlos, a quienes estén interesados, a darse una vuelta por la exposición. Vale totalmente la pena. Primero, porque trae mucho más piezas que la que vino hace unos años "Faraón y el culto al Dios Sol", de hecho, es una exposición bastante amplia. Segundo, porque abarca bastantes más periódos que la exposición que me sirvió de punto de comparación, pues se incluyen piezas del Egipto muy tardío y ya influenciado por el pensamiento y estética griega. Tercero, porque la museografía es remarcable, y es tangible el esfuerzo que se ha puesto en el montaje de la exposición (y también que se ha invertido sufiente capital privado en ella). Cuarto, simplemente porque para los amantes de la cultura egipcia, esto es una manía y un verdadero deleite.
Ahora, bien he de advertirles, existen algunos inconvenientes. Entre ellos, aunque se han creado mecanismos para evitar al máximo excesivas multitudes en las salas (porque según esto los boletos se pueden comprar por Ticketmaster y tendrán cierto horario, fuera del cual perderán su vigencia), seguramente los apretones (tipo metro indios verdes a las 8:00 A.M.) no harán falta, por lo que seguramente, los estarán persiguiendo para que den el recorrido lo más rápido posible.
Otro inconveniente, que particularmente ayer me causó enfado y tristeza, es el de la falta de lo que yo llamo "cultura del Museo". Supuestamente, ayer tuvo el acceso a esta exposición gente que contaba con invitación y que de alguna u otra forma, se encuentra involucrada en aspectos culturales. Para mi desafortunada sorpresa, poco se respeta la intención museográfica. La gente no da espacio para que todos podamos apreciar las piezas, entran y recorren las salas en franco desorden, se atraviesan por enfrente de los que estamos disfrutando de alguna vitrina (valiéndoles 3 chingadas que nos estorben), o peor aún, se ponen justo en frente de todo el mundo junto a la pieza para que le saquen una foto (y con flash, para acabar bien el número), en fin.
Ah, también descubrí que el mexicano promedio sabe descifrar geroglíficos egipcios!!!! Siiii, no es broma! De otra forma, por qué chingados habrían de pegarse a las vitrinas (incluso recargando sus dulces frentes en los vidrios, para mayor comodidad, obvio) para ver los geroglíficos??? Evidentemente, no me viene a la mente respuesta mas contundente que porque seguramente saben descifrarlos y pueden leer la oración que se detalla en las piezas noooo (inserte aquí la voz y tono más sarcásticos que hubiesen conocido en todas sus vidas). Eso si fue una tristeza.
Aún así, verdaderamente la recomiendo. La exposición está magnífica. Ya de paso, no sean envidiosos y mucho me gustaría pasaran por estos lares a dejar un comentario al respecto una vez que se hayan dado su vuelta por el museo.
Tip: traten de ir entre semana, generalmente hay menos gente. Yo así fui a ver la de "Faraón", al menos tres veces!