miércoles, diciembre 31, 2008

Del 2008

Ayer, como salí temprano, me dispuse a llevar a cabo uno de los rituales más importantes de las fechas: fui por mis calzones rojos para año nuevo. La elección nunca es sencilla, máxime porque también existe la pauta de usar otros color amarillo. Tuve a bien escoger unos rojos con figuritas amarillas y cintas de los dos colores pa’ adornar como se debe.

Pero claro, una vez que me dieron la bolsita donde contenía la pieza principal de mi ajuar para el 31 de enero, caí en cuenta que el año ya se acabó. Como se debe entonces, hago mi pequeño recuento para ver cómo me fue, y si este año es digno de ser recordado (a la fecha he eliminado sólo un año de mi memoria).

La verdad fue un año raro. Casi a inicios cambié de trabajo. Odiaba el anterior porque no hacía casi nada, y mucho menos algo propio de mi carrera; más bien me había convertido en una suerte de archivista/capturista. Ahora trabajo unas 12 horas aproximadamente y vivo con harto estrés. Ya le hago más de abogada, pero también tengo que rifarme funciones de nutricionista, psicóloga perversa, nana y en algún momento, hasta de chamán. Me pregunto por qué no puedo encontrar el aristotélico punto medio, un lugar donde se trabaje unas ocho o diez horas y luego uno se vaya a descansar. Probablemente pido demasiado.

De las cosas que siempre quise hacer, elimino los rubros: Colarse a una fiesta e ir a un rave.

Ahora, como ya lo he dicho aproximadamente unas 658 veces, nunca imaginé conocer a alguien por este medio, sin embargo, en abril recibí la invitación a verle la cara a algunos bloggers. Esa primera tertulia fue una cosa tan agradable, que desde entonces nos vemos un día a la semana y ya no podría configurarse mi calendario (o presupuesto) sin contemplar el día acostumbrado de bloggers. Yo se que sonará cursi (usted disculpe, querido lector, son las nostalgias decembrinas), pero me gusta pensar que somos como una suerte de pequeña familia pues, de alguna o otra forma, todos tenemos formas de vida parecidas y creo que esas similitudes hacen que podamos no sólo convivir de forma tan natural, sino que hasta de repente, podamos intuir por lo que pasa el otro sin necesidad de mucha información. Lo cierto es que ya he pasado con ellos eventos importantes tanto por fechas de calendario, léase cumpleaños, halloween y navidad (y a este respecto, muero de ganas de pasar con ellos nuestro primer aniversario de la Constitución y el Día de la Bandera juntos); pero también les ha tocado algún momento que ha marcado mi vida este año, y eso se agradece, sobre todo, el consuelo o la cachetada que me hacía falta. En este orden de ideas, debo también agradecer a quienes han estado ya por largo rato en mi vida y que me acompañaron este año, ya dispuestos y encarrerados a recorrer conmigo el próximo.

Este año vi gente partir. Lástima. Yo soy de aquéllos a los que les gustaría quedarse con todos, pero la vida no es así. Algunos tenían que hacerlo, a otros la partida les llegó por sorpresa y en otras, supongo, la cosa fue más deliberada y por tanto habrá de respetarse su decisión. De cualquier manera, ésa gente a la que hoy recuerdo, tendrá siempre su lugar, pues fueron o son importantes en mi vida. Salud por ellos.

Claro, también hubo cosas no muy buenas, como la vez tuvimos aquél accidente o bien cuando me robaron. Tampoco pierdo de vista que he salido bien librada de esos sucesos. A todo esto, en rendición de cuentas, debo agradecer a todos los que cooperaron con el primer Profanatón, que fue todo un éxito y me permitió seguir comiendo y emborrachando hasta que me pagaron otra vez. Gracias, Gracias!

Pasando a otro tema, conciertos: Calamaro es grande! Definitivamente el mejor del año!

Ya también es tiempo de ir a agradecer a todos los buenos bartenders que este año me trataron tan bien y sin los cuales muchas de mis aventuras de este año no hubieran sido posibles. He visitado ya a varios para dar el tan mentado abrazo de fin de año y para que me llenen la copa varias veces hasta salir ya borrachita y feliz.

Empiezo el año con cierto miedo o suspicacia. Estoy en una etapa rara de mi vida, en la que quiero muchas cosas, pero no sé bien a bien cuáles o en qué orden. Claro, también me da cierta desconfianza lo que vendrá, pero la duda es razón suficiente para empezarlo con un gran brindis, entre risas y con una senda borrachera que nos desocupe la mente de esas cosas al menos por un rato. Ya iremos viendo que pasa.

Feliz año!

6 comentarios:

Invierno Funk dijo...

Feliz Año Profana!!!

atte

tu comandante de la parte de adelante!

Fer V dijo...

¡Deja atrás el miedo y la suspicacia! Mientras tengas sueños, anhelos y metas por que luchar estoy seguro que alcanzarás aún más de lo que imaginas.

Y mientras continues con ese ánimo que te caracteriza, con esa gran sonrisa y con tu envidiable actitud, ese entusiasmo por salir adelante y sacar lo mejor de situaciones buenas y malas nada puede ir mal. Aún cuando enfrentamos tiempos difíciles y situaciones inciertas (económica, social y políticamente) no veo mas que éxito en tu futuro.

¡Mis mejores deseos y un abrazo enórme! ¡Feliz año nuevo!




¡Sonríe!

Caperucita dijo...

Escuincla hermosa!!! Deseo muchas cosas pa' ti en este nuevo año, y lo sabes, pero lo que más deseo es que dejes ese miedo que te petrifica y no te permite yir detrás de lo que quieres.

Te quiero mugrosa!!!

Jana dijo...

Muy feliz 09... y que la vida te siga saliendo bien y que no falten las fiestas y el alcohol!! (si no que aburrido seria no?)

saluditos!

morgana dijo...

q este 2009 sea mucho mejor q el anterior!!!!

B West dijo...

Este año va a ser mucho mejor!! inolvidable!! ya lo verás!