De problemas económicos.

Chascarrillo que alguna vez le jugué a una amiga.

Profana: Oye wey, tu tienes problemas de económicos??
Elsa: Pues fíjate que si wey, es que ahorita la chamba ha estado flojona, y pos no he tenido muchos ingresos.
Profana: Yo también tengo pedos de dinero wey...
Elsa: Si?? por qué wey????
Profana: Si, Wey, es que no se en qué chingados gastar taaanto varo!
Elsa: ve y chinga a tu progenitora.

Si me la mamé.

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Actualización: Potencial pedo entre amigas!!!

La semana pasada, fue el cumpleaños de la queridísima Lady Red. Para seguir con lo establecito por los cánones, y de paso no fallar al compromiso del Lupe-Reyes, nos fuimos a echar unas espirituosas. Entre la comitiva que asistió al insigne evento, se encontraba el pendejo por el que lloraba Lady Red.

El festejo inició y como es de esperarse, el alcohol empezó a correr y correr. El wey como que se sorprendió de la cantidad de bebidas que ingería, de que echaba mucho desmadre y de que tengo vocabulario de carretonera; empezó a platicar conmigo para hacerme notar que "se veía que era yo a toda madre y muy simpática". Total que el wey ni chupa, ni fuma y pos que es bien teto y santurrón. Como al fin y al cabo soy Profana, desconfío absolutamente de la gente buena e inmaculada (porque creo que en el fondo es la gente más culera), me alejé a seguir echando desmadre con la bandera.

Después de un rato, vi que Lady Red y su wey to be, se quedaron platicando en un rinconcito. La nena ya traía algunas cubitas encima, por lo que sospeché que eventualmente se agarraría al muchacho debido al efecto "desinhibidor" de los tragos consumidos.

Pues nada, que al final, el wey se fue por su lado, sin atascarse a mi amiga, ni nada. Cuando se despidió de su servilleta, me dijo: Me caíste muy bien, eres muy guapa y tienes unos ojos divinos. No tomé el incidente con seriedad, toda vez que supuse que el wey estaba tratando de ganarse al club de su pretensa para que le echáramos porras.

Craso error: hoy me habla Lady Red, azotadísima porque el wey le refrendó que era yo una niña guapísima, de ojos lindísimos y que le caía a toda madre (bueno, supongo que él no utilizó semejante palabra). O sea, que parece que le gusto al wey!. Lo peor es que el hombrecillo sabe perfectamente que mi Lady Red cachetea las banquetas por él, y que ni se haga pendejo, porque él también le ha dado alas.

Por Lady Red, aparentemente no hay pedo, porque ella sabe que yo no pedaleo bicicletas ajenas, y que aparte, su wey no me gusta pero ni tantito. Sin embargo, como dicen en mi pueblo, eso dice ella, yo no se si mañana eventualmente esto se vuelva motivo de problema. Nunca me había pasado algo así... chale!

Se corrobora mi teoría, la gente que se precia de ser taaan virtuosa, es hipócrita!